Mira, ¡puedo hablar con los dedos!

Esta historia se desencadenó al ver a una mujer con problemas de audición que luchaba por comprender lo que la gente decía. La vida de cualquier persona discapacitada no es divertida y vivir con una discapacidad tiene muchos desafíos, pero podemos ayudar a que su vida sea más fácil y no más difícil.

La Autora
Erika M Szabo
Por su perfil profesional como enfermera, Erika ha conocido a mucha gente maravillosa con alguna forma de discapacidad. Siempre le ha entristecido ver las dificultades que su enfermedad o condición les causa, y el ridículo y aislamiento que en ocasiones tienen que soportar. Erika escribe novela de fantástica, pero decidió publicar este divertido libro para niños, sobre el sufrimiento y los retos que conlleva la pérdida de audición.
Erika M Szabo
Por su perfil profesional como enfermera, Erika ha conocido a mucha gente maravillosa con alguna forma de discapacidad. Siempre le ha entristecido ver las dificultades que su enfermedad o condición les causa, y el ridículo y aislamiento que en ocasiones tienen que soportar. Erika escribe novela de fantástica, pero decidió publicar este divertido libro para niños, sobre el sufrimiento y los retos que conlleva la pérdida de audición.

Traducción
Carmen G. Monterde, nacida en Barcelona, aragonesa de corazón y residente en Alicante, trabaja como profesora de inglés y group leader con alumnos de todas las edades. En definitiva, aprender otro idioma es la puerta principal para poder comunicarte con el mundo, por eso, le gusta pensar que “Mira, ¡puedo hablar con los dedos!” además de ser su primer trabajo de traducción al castellano, es una puerta maravillosa para que muchos niños aprendan a comunicarse con otros que hablan con las manos.
Carmen G. Monterde, nacida en Barcelona, aragonesa de corazón y residente en Alicante, trabaja como profesora de inglés y group leader con alumnos de todas las edades. En definitiva, aprender otro idioma es la puerta principal para poder comunicarte con el mundo, por eso, le gusta pensar que “Mira, ¡puedo hablar con los dedos!” además de ser su primer trabajo de traducción al castellano, es una puerta maravillosa para que muchos niños aprendan a comunicarse con otros que hablan con las manos.
Sandra enseña a su familia y amigos a comunicarse con personas con discapacidad auditiva.
Este divertido libro ilustrado lleva un importante mensaje para los niños, como aprender a no juzgar o burlarse de alguien sólo porque es diferente. La vida de algunas personas con discapacidad no es divertida y vivir con una discapacidad conlleva muchos retos, pero nosotros podemos hacer sus vidas más fáciles en vez de más difíciles.
Cuando la abuela Rosa perdió la audición, Los padres de Sandra se sintieron frustrados y tristes. No sabían qué hacer y cómo aprender a comunicarse mejor con ella. Ellos intentaban gritar, cambiar el tono de voz o acercarse a su oído cuando se dirigían a ella, pero no servía de nada. Rosa podía oír algunos sonidos claramente, pero otros no podía escucharlos bien. Para ellos se convirtió en una lucha diaria poder comunicarse y empezaron a echar de menos las reconfortantes conversaciones de sobremesa.
—Mira, abuela —le dijo entusiasmada—, puedo mostrarte las letras con mis dedos cuando no puedas escuchar lo que te digo.
—¿Qué quieres decir con “mostrar las letras con tus
dedos”? —la abuela Rosa preguntó.
—He encontrado una página web para personas con discapacidad auditiva y explica cómo pueden comunicarse entre ellos sin hablar. Hay un signo para cada letra y cada número, que ellos pueden hacer con sus manos. Podemos aprender los signos juntas, y cuando no puedas escuchar el sonido, yo puedo mostrártelo —Sandra sonrió feliz.
—Oh, creo que es una idea maravillosa, Sandra. —Los ojos de la abuela Rosa brillaron con entusiasmo— Pero parece un poco difícil, ¿tú crees que yo podría aprender los signos?
—Por supuesto que puedes, abuela; y podemos aprender juntas.
Y lo hicieron. Ellas demostraron que con amor, compasión y trabajando duro se pueden superar los obstáculos que conlleva la discapacidad auditiva.
Este divertido libro ilustrado lleva un importante mensaje para los niños, como aprender a no juzgar o burlarse de alguien sólo porque es diferente. La vida de algunas personas con discapacidad no es divertida y vivir con una discapacidad conlleva muchos retos, pero nosotros podemos hacer sus vidas más fáciles en vez de más difíciles.
Cuando la abuela Rosa perdió la audición, Los padres de Sandra se sintieron frustrados y tristes. No sabían qué hacer y cómo aprender a comunicarse mejor con ella. Ellos intentaban gritar, cambiar el tono de voz o acercarse a su oído cuando se dirigían a ella, pero no servía de nada. Rosa podía oír algunos sonidos claramente, pero otros no podía escucharlos bien. Para ellos se convirtió en una lucha diaria poder comunicarse y empezaron a echar de menos las reconfortantes conversaciones de sobremesa.
—Mira, abuela —le dijo entusiasmada—, puedo mostrarte las letras con mis dedos cuando no puedas escuchar lo que te digo.
—¿Qué quieres decir con “mostrar las letras con tus
dedos”? —la abuela Rosa preguntó.
—He encontrado una página web para personas con discapacidad auditiva y explica cómo pueden comunicarse entre ellos sin hablar. Hay un signo para cada letra y cada número, que ellos pueden hacer con sus manos. Podemos aprender los signos juntas, y cuando no puedas escuchar el sonido, yo puedo mostrártelo —Sandra sonrió feliz.
—Oh, creo que es una idea maravillosa, Sandra. —Los ojos de la abuela Rosa brillaron con entusiasmo— Pero parece un poco difícil, ¿tú crees que yo podría aprender los signos?
—Por supuesto que puedes, abuela; y podemos aprender juntas.
Y lo hicieron. Ellas demostraron que con amor, compasión y trabajando duro se pueden superar los obstáculos que conlleva la discapacidad auditiva.
Pages from the book
"Libro recomendadísimo. Enseña valores muy importantes, como que hay gente con capacidades distintas, a parte del lenguaje de signo (solo el abecedario). Hace que sea divertido de leer para niños mientrss aprenden a comunicarse con las manos. Muy recomendable."
"Estamos encantadísimos con el libro. Hace aprender de una reforma muy amena y ayuda a que entendamos y nos podamos expresar con este lenguaje."
"Estamos encantadísimos con el libro. Hace aprender de una reforma muy amena y ayuda a que entendamos y nos podamos expresar con este lenguaje."